miércoles, 18 de diciembre de 2013

Cocinando ranas


Erase una vez un cocinero que decidió preparar su plato favorito: ancas de rana. Echó en una cazuela agua y la puso sobre el fuego de la cocina. Cuando el agua empezó a estar templada, echó dentro varias ranas vivas. El agua estaba al principio a la temperatura óptima, así que las ranas se encontraban muy a gusto. Pensaban que estaban en una piscina, o en unas fuentes termales.
Pero el fuego iba calentando la cazuela, por lo que la temperatura del agua iba subiendo. Algunas ranas enseguida se dieron cuenta del peligro y saltaron afuera, mientras que las demás se quedaron dentro, disfrutando de la agradable temperatura del agua. Las que se habían salido intentaron convencer a las que se habían quedado dentro para que se salieran, pero no tuvieron éxito. La conversación que se produjo fue algo como:
- ¡No es una piscina, sino una cazuela para cocinar! ¡Salgan o quedarán cocinadas!.
- ¡Cállense, fascistas, racistas, nazis!.
Las ranas de afuera hicieron fotos de la cazuela y del cocinero e intentaron enseñárselas a las ranas de dentro, para que vieran la verdad, pero no querían escuchar:
- ¡Qué asco de fascistas y de neo-nazis! Deberían prohibirlos y meterlos en la cárcel.
La temperatura del agua seguía subiendo, y las ranas de dentro empezaban a estar intranquilas, pero todavía se estaba tan a gusto, que prefirieron ignorar la subida de temperatura y siguieron retozando en el agua.
El cocinero tenía mucha experiencia cocinando ranas, y conocía muy bien su psicología y comportamiento. Sabía que la cualidad más importante a considerar para tener éxito en cocinarlas era que la cazuela tenía que estar a fuego lento, para que el incremento de la temperatura se produjera despacio, y a las ranas las diera tiempo a adaptarse, a acostumbrarse a la nueva temperatura. Sin prisa, pero sin pausa. Si el fuego hubiera sido más intenso, la temperatura habría subido demasiado deprisa, por lo que las ranas se habrían asustado y habrían saltado escapando de la cazuela. El cocinero también podría haber puesto la tapa desde el principio, pero en ese caso, las ranas se habrían asustado y habrían saltado contra la tapa para escapar, hiriéndose y ensuciándolo todo, y la cocción saldría peor, más sucia, y el plato se degustaría luego peor. Por eso, el cocinero prefería el método del fuego lento y que las ranas voluntariamente se quedaran dentro sin intentar escapar.
Al cabo de un rato, la temperatura ya había subido mucho. Además, el cocinero había echado dentro de la cazuela unos curiosos inmigrantes: Ajo, cebolla y perejil, para enriquecer gustativamente el plato culinario que estaba preparando. Sin embargo, a las ranas no les gustaron estos nuevos visitantes, pues con el calor comenzaron a desprender un jugo y un olor que les producían náuseas, por lo que la mayoría de las ranas no paraban de quejarse:
- ¡Qué asco! ¡Cómo echo de menos la piscina de hace un rato, calentita pero sin pasarse, toda para nosotras, sin estos visitantes indeseables, que han venido. A ver si se van.
- Esos visitantes no “han venido” y no se van a ir, sino que el cocinero los ha metido con toda la intención para mezclarlo con vosotros. ¡Dejen de quejarse y salten, rápido, antes de que sea demasiado tarde!.
- ¡Cállense de una vez, racistas!
- OK, disfruten de vuestra “piscina” y del ajo, cebolla y perejil.
Llegó un momento en el que el calor era tan grande y el agua y el aire estaba tan lleno del jugo de ajo, cebolla y perejil, que el ambiente se había vuelto irrespirable y el agua estaba ya quemando. Las ranas decidieron escapar de una vez, al ser conscientes al fin del peligro. En realidad, siempre habían sido conscientes de él, pero se estaban autoengañando, por su cobardía a mirar la fea realidad de frente, y por su hedonismo, que las hacía preferir estar en su “piscina” de agua caliente al sobrio y frío ambiente exterior.
Pero entonces se dieron cuenta de que tenían los músculos de las patas agarrotados por el calor, y que apenas podían moverse, por lo que no pudieron saltar, y murieron cocidas. El cocinero había ganado.
Muchas mañanas me despierto con la sensación de que a los argentinos nos vienen cocinando como a las ranas, generación tras generación. Todos los días perdemos algún derecho, nos roban algo, nos quitan la educación, la salud, la seguridad, la justicia, pero lo hacen con tanta destreza, tan de a poco, que como las ranas del cuento, nos negamos a verlo y nos adaptamos, pensando que al final lo que perdimos no era tan importante, que no nos hacía tanta falta.
Y así año tras año, retrocedemos en todos los aspectos. Energía, salud, seguridad, infraestructura, producción, ubicación en el mundo, y preferimos creer la mentira de los que nos gobiernan que nos dicen día tras día que todo está cada vez mejor.
Esta historia de las ranas enlaza perfectamente con aquella otra del abuelo y el nieto que durante la segunda guerra mundial escuchaban por la radio todos los días, los resultados de la guerra que su país estaba librando, y donde se relataban con orgullo las victorias, una tras otra, que el ejercito nacional estaba teniendo frente al enemigo.
Un día el abuelo, apaga la radio y le comenta al nieto:
“ Me parece que estamos perdiendo la guerra”
El nieto lo mira sorprendido y le pregunta como podía pensar eso con las constantes victorias que relataba la radio.
“ Porque las victorias son cada vez mas cerca de nuestra casa” contestó secamente el anciano.
De nada sirve que se llenen la boca los gobiernos diciendo que nunca se invirtió en educación como ahora, cuando vemos que el nivel cultural cae en picada generación tras generación. Las últimas pruebas de nivel secundario ubicaron a nuestro país número 59 entre 65. Y la respuesta del sindicato docente fue que esas pruebas en realidad no hay que tenerlas en cuenta. Perfecto. Si hay inflación intervenimos el INDEC. Si no hay dólares, ponemos el cepo. Si las pruebas de educación nos dan mal, las ignoramos. El problema es que ninguna de estas medidas modifica la realidad.
Y como para muestra basta un botón, les dejo una reflexión final para que analicen.
Hace 30 años que Argentina no tiene un Premio Nobel. ¿ Por qué será?

domingo, 16 de septiembre de 2012

Ganar la calle

De pronto, el gobierno que hacía un culto de las manifestaciones callejeras para bañarse de legitimidad frente a los sectores que no compartían su estilo autoritario y corrupto de gobierno, se quedó sin respuestas.

De pronto, las manifestaciones callejeras no reflejan más el sentir de la gente, sino el de los grupos monopólicos, golpistas, destituyentes y amantes de la dictadura militar.

De pronto, funcionarios que se han enriquecido de manera inexplicable, que viven en Puerto Madero, que tiene propiedades en el exterior, son los fiscales que deciden que quienes se movilizan con reclamos al gobierno, son de clase alta, a los cuales le molesta la gran tarea de distribución de la riqueza que hace el gobierno nacional y popular.

De pronto, una tibia oposición dedicada a negociar migajas del poder con el gobierno, asumiendo posiciones críticas para la tribuna pero asegurando con su voto o su ausencia que los proyectos hegemónicos del poder tengan un tránsito fácil por el Congreso, se encontraron con que la gente los descubrió. Que ya no pueden seguir diciendo que son opositores mientras apoyan y elogian publicamente o en secreto las actitudes de un gobierno hacia el cual sienten más envidia que aversión. Un gobierno que hace las cosas que a ellos les gustaría hacer y que no se animan. 

El 13 de setiembre algo cambió. El gobierno y sus aliados políticos de la izquierda, y sus aliados de los negocios de la derecha, se encontraron con cientos de miles de personas pacíficas que sin romper nada, sin quemar nada, y sin cobrar por movilizarse, salieron a la calle a decir basta. A decir que el " Que se vayan todos" que había desvelado a Néstor Kirchner y lo había mantenido atemorizado los primeros tiempos de su gobierno, cuando casualmente tomó las medidas más democráticas y en franca oposición a lo que fue como patrón de estancia de Santa Cruz, está de vuelta. Y que ese reclamo se llevará puesto a todos los que hacen piruetas dialécticas para mostrar que todo anda bien ( desde el gobierno ) o que las cosas no están tan mal ( desde la oposición).

Solo le queda al gobierno la represión, y a los opositores de café, blanquear su genuflexión y exigir que el kirchnerismo les pague en blanco el sueldo que hasta ahora les pagaba por debajo de la mesa. 

Poco queda rescatable para pensar en una salida política de alternativa. Stolbizer, Carrió, Macri, algunos radicales, y poco más. El resto es más de lo mismo. Un peronismo opositor que si gana absorberá sin distinciones a todos los K que quieran pasarse de bando, y que por supuesto no juzgará ni condenará a nadie.  No habrá castigo para Zaffaroni, Lorenzetti, Oyarbide, y demás jueces adictos al poder. No habrá juicio y castigo para legisladores como Pichetto, Agustín Rossi, Navarro, y Conti. No habrá intervención y cárcel para Insfrán, Gioja o Urtubey. No se juzgará a Milagros Sala, Dante Gullo, o Verbitsky, y sobre todo, no habrá cárcel para Cristina, su familia, y su cohorte de ministros corruptos. 

Si cualquiera de las variantes peronistas ganara en el 2015, como dijo Moreno " Sera nuestro destino mudar de tiranos, sin destruir la tiranía".

miércoles, 29 de febrero de 2012

El gobierno no cambió


No señores. A pesar de que algunos arrepentidos sostengan que el gobierno kirchnerista ha cambiado en este tercer gobierno, esto no es verdad, y resulta una pobre justificación para los desencantados.
La guerra iniciada contra el grupo Clarín, cuando les pareció que se había convertido en opositor, y luego de que les había hecho la campaña del 2007, tarea que premiaron con la fusión de Cablevisión y Multicanal, fue acumulando maniobras hasta llegar a la ley de medios, una ley claramente autoritaria, bajo un ropaje supuestamente democrático. No se puede hablar de libre acceso a los medios, si ante la despareja distribución de la pauta oficial que premia a los medios oficialistas, los pequeños emprendimientos solo podrán sobrevivir si se convierten en propagandistas del capanga de turno ( llámese Intendente, Gobernador, o Presidente). Y la cooptación de medios por parte del gobierno y sus amigos, mientras tanto, va silenciando las voces críticas que son la razón de ser del periodismo. Un gobierno realmente democrático no puede prohijar una basura como 6,7,8.
La situación actual de la energía, es el resultado de las políticas sostenidas desde el comienzo. Primero apoyaron fervientemente la privatización de Gas del Estado e YPF por parte del menemismo, hasta llevando por la fuerza legisladores enfermos para que dieran quorum. Luego forzaron el ingreso de amigos a estas empresas, para lo cual autorizaron distribuciones de ganancias excesivas que permitieran pagar la parte adquirida ( con la consiguiente desinversión), y ahora con una cara de piedra increíble se preguntan desde el atril : “ ¿ Cómo puede ser que tengamos que importar U$S 10.000 millones de dólares de combustible”? , y como frutilla del postre cuestionan a las empresas que distribuyeron ganancias exageradas. Es gracioso, en lugar de responder la pregunta como responsables, se atreven a hacerla.....
Los trenes que Néstor criticó en 2003 porque eran pésimos y solo servían para enriquecer a algunos empresarios, siguieron empeorando y enriqueciendo a los mismo empresarios, hasta que llegamos al final anunciado donde la corrupción se llevó 51 personas y le arruinó la vida a cientos mas. Alberto Fernández ahora no entiende lo que pasa. Se olvidó de que Jaime lle llevaba las valijas con plata de los retornos a Olivos a su jefe, valijas que Schiavi ha seguido llevando. En el crecimiento obsceno de la fortuna de la pareja presidencial, está la plata para arreglar los frenos que nadie arregló, las barreras que nadie reparó, los rieles que nadie controló. Los asesinos tienen nombre y apellido, y todos los apellidos, casualmente, empiezan con K.
Y hoy, en el colmo del cinismo, nuestra Presidente nos dice que no se hizo más porque no hubo más plata. Si hubieran robado menos, hubiera sobrado plata.
Cuando hubo plata, se podría haber solucionado el tema de la vivienda, pero prefirieron los negociados de Bonafini y Shocklender, y hoy seguimos con usurpaciones y piquetes.
Cuando hubo plata, se podría haber modificado el sistema financiero, pero prefirieron los retornos pagados en el Baño de Miceli, donde no había cámaras que registraran el delito. Hoy seguimos sin créditos hipotecarios ni para la producción.
Cuando empezó a faltar la plata, se intentó confiscar a los productores agropecuarios mediante la 125, y allí, frente a tamaño abuso, el gobierno terminó estrellándose contra la pared. Pero la derrota no la perdonaron y continuaron con políticas destinadas a destruir a los chacareros, sin tener en cuenta que su destrucció conllevaba la destrucción también del país. Hoy, la falta de stock ganadero muestra lo erróneo de estas medidas, y en lugar de tratar de solucionar el problema, se limitaron a hacer negociados con los Feed Lot, a través de Etchegaray quien a pesar de eso ( o por eso, según como repartió) sigue estando en el gobierno.
Cuando esto fracaso, se confiscó a las AFJP, y se utilizó alegremente el dinero para cualquier cosa, menos para los jubilados. Netbook, fútbol para todos, créditos a General Motors, etc. etc. etc.
Cuando esta plata se terminó, echaron mano del Banco Central con la conducción de la hiena Marcó del Pont ( casualmente nombre del oficial español que enfrentó a San Martín en Chile, vaya esta colaboración para el oficialismo, cuando decidan tirar por la ventana a la funcionaria)
Anoche Carlos Heller por televisión, mostró de la manera más brutal, la estrategia peronista permanente frente a los problemas: huir para adelante. Lo importante no son los muertos, lo importante es discutir que sistema de transporte queremos, dijo con cinismo y sin que se moviera un músculo de su pétreo rostro. El segundo latiguillo que Menem también se cansó de usar fue: “ Dejemos que la justicia investigue” ¿ Cuál justicia ? La de Oyarbide.
Primero apoyaron todos los piquetes, todas las protestas, hasta que de pronto notaron que se iban a volver en contra del gobierno, cuando los incrementos de tarifas golpearan a la clase media, entonces sacaron rápidamente la Ley Antiterrorista. Cuando uno expresa su preocupación y rechazo a esta ley, la respuesta kirchnerista es lamentable: “ Yo estoy de acuerdo con vos en parte. El día de mañana con un gobierno fascista sería muy peligrosa”.¿ El día de mañana? El gobierno que dicta esta ley ¿ No es fascista?. Pregúntenle a la gente de Andalgalá que ya se la aplicaron a ver que opinan.
Luego surgió el Proyecto X, que no es de ahora, sino que viene de gestiones anteriores. Dieron de baja a 15 oficiales de Gendarmería, pero no consiguieron que el jefe se hiciera cargo y renunciara y entonces la Ministra tuvo que poner la cara y tratar de explicar lo inexplicable.
En el medio, el gobierno lanzó su última cortina de humo tratando de confundir a la opinión pública: Malvinas. Y como siempre tuvieron éxito aunque esta vez en forma relativa porque otros temas hicieron crujir a la ciudadanía. Sin embargo, gente inteligente y que conoce como funciona el aparato goebbeliano de propaganda se engancharon y gastaron ríos de tinta opinando sobre un tema hoy por hoy secundario, dejando de lado los que les quemaban las manos al oficialismo. En el medio, sin embargo, el gobierno tuvo tiempo de reprimir a los soldados continentales y no dar ninguna explicación. Claramente para el gobierno Malvinas también es un tema secundario.
Anoche se realizó una marcha por los muertos de Once. Una marcha que no fue multitudinaria, lo que no tiene que ver con la legitimidad del reclamo, sino con nuestra idiosincracia. La primera marcha por Maria Soledad en Catamarca la organizaron sus compañeras de colegio. La última se llevó puesto a los Saadi. ¿ Fue un triunfo? 20 años después un familiar de los Saadi vuelve a ocupar la gobernación, y muestra la misma insensiblidad y prepotencia que constituye el ADN de estos patrones de estancia. La muerte de María Soledad a la luz de la realidad, no ha servido para nada.
A los argentinos, mientras tenemos un peso en el bolsillo, no nos simporta la ética, los derechos, la constitución ni la democracia. Somos el pueblo perfecto esperando a Mussolini. Y siempre llega. Cuando se acaba la plata, descubrimos que nuestros gobernantes son corruptos, autoritarios y mala gente. Y nadie los votó.
Hoy vivimos en una situación de vacío de poder, frente a un gobierno que ha perdido la iniciativa, y una oposición que es incapaz de ocupar los lugares vacíos. La misma situación que en el 75. En aquel momento las FFAA tenían poder y terminaron ocupando los lugares, con el saldo que todos recordamos. Hoy se abren varias alternativas, a cual mas peligrosa.
Puede ser que la sociedad, ante esta situación genere un lider opositor, y este lider puede ser mejor o mucho peor que los actuales.Debemos tener esperanza y creer que Dios va a ayudarnos.
Puede ser que ese lider no aparezca, y entonces la situación termine en un estado de anarquía absoluta, en cuyo caso el 2001 en comparación va a ser una estudiantina.
Lo más probable es que el peronismo, una vez mas, genere su propia oposición, y entonces Scioli, De la Sota, Macri, o Capitanich, terminen ocupando el poder, y colocando a su lado a los mismos que hoy estan en el kirchnerismo, para luego criticar lo que hicieron los otros y el desastre que dejaron.
Néstor se cansó de criticar a la Alianza, gobierno que integraron Nilda Garré, Abal Medina y Debora Giorgi, junto a Chacho Alvarez. Hoy critican al menemismo, y muchos de los funcionarios estuvieron en ese gobierno. Sin ir mas lejos el Interventor designado en TBA.
Los rostros de los familiares de las víctimas de Once, reflejan todo el dolor de un pueblo permanentemente defraudado por sus líderes. Seguramente muchas de las víctimas y sus familias votaron en octubre a Cristina Kirchner. ¿ Porqué pensaron que en estos cuatro años iba a hacer lo que no quiso hacer los ocho anteriores? Es uno de los misterios de la Argentina, convertida en un verdadero Sisifo, por los siglos de los siglos. Amén

lunes, 25 de julio de 2011

La Farsa kirchnerista

Nota de Rogelio Alaniz, publicada en El Litoral el sábado 23 de julio de 2011

Según el diccionario de la Real Academia, “farsante” es toda persona que finge lo que no siente o se hace pasar por lo que no es. En política el comportamiento del farsante no es nuevo. Maquiavelo lo admite en determinadas circunstancias y lo considera un atributo del Príncipe. De todos modos, importa recordar el significado de esta palabra porque es la que mejor representaría la identidad del régimen kirchnerista y, en particular, su liderazgo. Si la incompetencia fue el tono dominante de la gestión de De la Rúa, la corrupción más desenfadada el de Menem, el democratismo con sus virtudes y sus límites a Alfonsín y el terror a la dictadura militar, el adjetivo “farsantes” es a mi juicio el que mejor califica al liderazgo kirchnerista. Al respecto, algunas aclaraciones son necesarias: el político farsante suele identificarse con el demagogo y su identidad es más una calificación política que personal. La farsa en términos políticos es la puesta en escena, la distancia que se establece entre las palabras y los hechos, el empleo de un lenguaje que alienta las emociones más elementales. Podría pensarse también en relaciones sociales y políticas fundadas en la farsa, porque un régimen farsante sólo puede funcionar sobre la base de un sector mayoritario de la sociedad dispuesta a compartir ese juego en nombre de la ilusión, la resignación, la fatalidad o, como se dijera en otros tiempos, la alienación, la necesidad de un colectivo social de “inventar” ilusiones que satisfagan frustraciones pasadas o presentes. El rasgo distintivo de los Kirchner es la farsa, la publicidad de valores que no creen ni sienten, pero consideran útiles para constituir una identidad política. La farsa se justifica en nombre del realismo, el pragmatismo o el más descarado cinismo. En todos los casos es una estrategia de poder montada desde el poder. Su eficacia se mide no sólo por la audacia de las propuestas, sino por su capacidad para ganar voluntades. El éxito del régimen no se mide por los farsantes que es capaz de sumar a sus filas, sino por los hombres y mujeres de buena fe que seduce para su causa. El “relato” y el “modelo” suelen ser los dos vocablos que sostienen la identidad del kirchnerismo. El “relato” es el guión de la farsa, mientras que la traducción económica del “modelo” puede ser un enigma o, lisa y llanamente, la versión lumpen y parasitaria del capitalismo dependiente. Si los animadores del “relato” suelen ser González, Forster o Feinmann, los protagonistas que encarnan el “modelo” se llaman Guillermo Moreno, Eskenazi, Samid, Ulloa...Las distancias entre unos y otros, sus visibles diferencias son también constitutivas de un régimen farsesco. Los Kirchner en la década del noventa integraron en siete ocasiones listas electorales con Menem. El rechazo al supuesto neoliberalismo de Menem, ¿proviene de una ideología superadora o del más crudo oportunismo, el mismo que lleva a ponderar hoy las virtudes de la gestión estatal mientras ayer se felicitaban por haber privatizado YPF? Mientras controlaron a la provincia de Santa Cruz no se registró un solo antecedente a favor de los derechos humanos. Ya es historia sabida que ni como ciudadanos ni como gobernadores los Kirchner se interesaron por los derechos humanos. No lo hicieron cuando estaban en el llano y mucho menos cuando llegaron al poder. ¿Por qué este desvelo por aquello en lo que nunca creyeron? ¿Arrepentimiento o farsa? ¿Cómo responder a las relaciones carnales con Magnetto ayer y la calificación política de enemigo público número uno hoy? ¿Por que el Grupo Clarín es la encarnación del mal mientras que el Grupo Spolsky representa las virtudes de la causa nacional y popular? Un eje discursivo nítido del kirchnerismo es la crítica sin atenuantes al menemismo. ¿Cómo se compaginan esos arrebatos con los actuales acuerdos políticos, acuerdos que se hacen extensivos a esas otras lacras del feudalismo provincial que son los Saadi o los Insfrán? Se ponderan las virtudes de un modelo productivo en clave desarrollista, pero las inversiones de los amigos del poder están relacionadas con el juego, la especulación financiera y la inversión inmobiliaria. Hablan pestes de la oligarquía terrateniente, pero cuando hacen una diferencia económica lo primero que hacen es comprarse un campo. Se habla del rol del movimiento obrero, pero el interlocutor privilegiado es Moyano, mientras la CTA sigue sin ser reconocida jurídicamente. Se critica a los gurúes de neoliberalismo, cuya expresión clásica sería Alvaro Alsogaray, pero el principal colaborador de la señora, su ministro de Economía y su flamante compañero de fórmula, proviene de esas canteras políticas y sólo la ingenuidad, la mala fe o la subestimación a la inteligencia de la gente, puede hacernos creer que el caballero cambió de filas porque descubrió el dolor humano o las virtudes de la causa “nac&pop”. Se emite desde el poder un discurso contra los ricos y las riquezas, pero la pareja gobernante es la que más se ha enriquecido desde el poder. Se dicen pestes de la soja y la sojización, pero la actual estabilidad económica proviene de los formidables ingresos que brinda la “maldita” soja. Los propagandistas del régimen condenan a los Anchorena , los Alzaga o los Alvear, es decir a un patriciado que no existe, mientras hacen negocios multimillonarios con una burguesía nacional guaranga y rentística subsidiada por el Estado y amparada por el poder. Se lo ataca a Macri por derechista, pero cruzando la General Paz se lo defiende a Scioli. Se habla del poder popular “desde las bases”, pero la única que decide candidaturas y fortunas es la señora desde el atril. En un régimen farsante los malentendidos suelen estar a la orden del día. El peligro en estos sistemas no lo representan quienes no creen en él pero se valen de sus beneficios, sino los que creyendo en él están dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias en nombre de una causa que sólo existe en sus fantasías y sus deseos. Dicho con otras palabras: no son los cínicos los peligrosos, sino los fanáticos. Tal vez el rasgo distintivo del régimen kirchnerista es que ha logrado movilizar detrás de su causa a intelectuales y militantes populares cuya referencia mítica es la década del setenta. Hay que entenderlos a los muchachos. Después de haber soportado a Isabel y López Rega en los setenta, a Herminio Iglesias y Lorenzo Miguel en los ochenta y a Menem y Duhalde en los noventa, esta “izquierda peronista” encontró en el kirchnerismo una reparación a sus constantes frustraciones políticas. Mejor dicho, creyeron encontrarla. Por razones diferentes, pero coincidentes en un punto, farsantes y crédulos se necesitaban. Como esas niñas desencantadas y desencajadas por la soledad, los desengaños y los rigores de la vida, los militantes “nac&pop” estaban a tiro del primer aventurero que les hiciera un guiño o se limitara a sonreírles. “Tirar la chancleta” se dice a esta conducta en el lenguaje popular. Tal vez el gran logro, la gran conquista política del kirchnerismo, incluso su chispa de creatividad, consistió en haber movilizado a estos sectores detrás de un mito en el que los Kirchner no creen pero se benefician. Sin ese componente “nac&pop” el kirchnerismo no sería más que una administración populista conservadora administrada por políticos mañosos y mañeros, rápidos para las trapisondas, las roscas y las camándulas, ávidos de poder y diestros para enriquecerse. La presencia movilizadora y confrontativa de la izquierda peronista le otorgó al régimen un rasgo diferenciador, un toque de distinción política impensable. A ello se sumaron después de la muerte de Kirchner algunos contingentes juveniles que básicamente se expresan a través de dos vertientes: los que todavía no han logrado diferenciar la política de un concierto de rock and roll y los que han aprendido demasiado rápido y hoy se están haciendo millonarios en nombre de los ideales juveniles. Pero lo que llama la atención es que el rol de la izquierda peronista contribuyó más a profundizar la conflictividad, a estimular la confrontación, que a crear propuestas superadoras. Con la prudencia del caso habría que decir que esta izquierda peronista cumple en el kirchnerismo la misma función que la Alianza Libertadora Nacionalista de Patricio Kelly cumplía en los tiempos del primer peronismo. Las causas que se invocan para crispar la política, para agredir y descalificar a los enemigos son diferentes, pero los resultados prácticos son los mismos: una Argentina partida por la mitad, un permanente malhumor en las relaciones cotidianas, una creciente degradación de la política. es que la política dominada por la farsa, no produce resultados neutrales. Cobra su precio y a veces ese precio suele ser demasiado alto.

viernes, 1 de julio de 2011

La historia es de todos

Desde hace un largo tiempo, hay quienes han decidido apropiarse de la historia, a veces para reescribirlas, pero siempre para hacerla jugar como un elemento que justifica las actitudes que tienen en la actualidad. La década del 70 ha sido una etapa negra de nuestra historia. Fue la etapa donde se institucionalizó la violencia, donde los pequeños focos terroristas motorizados desde el peronismo para crear turbulencias que facilitaran el regreso de Perón, terminaron convirtiéndose en organizaciones prohijadas desde el Estado, para luego pasar a la clandestinidad y arrastrar en su suerte a multitud de personas que no participaban de esa metodología, y convertir el país en un gigantesco campo de concentración. La dictadura iniciada en 1976 nos afectó a todos, pero no todos la sobrellevamos de la misma manera. Muchos, como en mi caso, continuamos con nuestras tareas habituales: trabajo, estudio, y soportando la violencia de derecha e izquierda. No sabiendo si cada vez que salíamos de nuestras casas íbamos a volver, y sin saber tampoco si los responsables de que termináramos cuerpo a tierra en alguna vereda apuntados con una Itaka, todas las noches, eran las fuerzas regulares del gobierno, o las irregulares de la subversión. Yo me había afiliado al radicalismo en 1974 y no estaba militando activamente cuando se produjo el golpe. Estaba en la facultad y seguí mis estudios, sin participar en política. Soporté la invasión de docentes sin ninguna virtud, mas que la militancia, de la mano de Rodolfo Puigrós. Después el regreso de la mano dura y la represión de la mano de Oscar Ivanissevich, antesala del gobierno militar que vendría. Otros, si participaban en política con el riesgo que eso significaba. Recuerdo en mi partido a un sobrino del Presidente Illia, a Federico Storani, al Changui Cáceres o a Anibal Reinaldo. Otros, en cambio, se encerraron en su cápsula y se dedicaron a enriquecerse y asegurarse el futuro, lo cual no es en sí una actitud condenable. Todos necesitamos vivir, y nadie tiene la obligación de ser héroe. Algunos, lamentablemente aprovecharon las ventajas que brindaba el proceso militar. Otros, tomaron una abierta actitud de oposición a la dictadura, pagando en muchos casos con sus vidas esa decisión, inclusive cuando esa oposición no era violenta sino dialéctica. Ni siquiera hablamos de militantes comprometidos con la subversión. Muchos abogados fueron asesinados o desaparecidos por el simple hecho de haber presentado un habeas corpus por algún detenido. Abogados peronistas que defendían a sus compañeros, pero también muchos radicales que asumían esa defensa porque entendían que era lo que tenían que hacer. Para lo que habían estudiado. Otros, en fin, los menos, enfrentaron a la dictadura pacíficamente, reclamando por el respeto a los derechos humanos. Algunos en defensa de familiares asesinados y desaparecidos, otros porque eran los principios en los que creían. Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo entran en el primer grupo. Perez Esquivel y Alfonsín son ejemplos del segundo. En definitiva, el proceso militar nos marcó a todos. Y nadie puede adjudicarse ser el artífice de haber salido de esa etapa negra. Los organismos de derechos humanos tuvieron una activa participación en esa época. Uno de mis compañeros de la facultad fue quien llevó a la cárcel a los dictadores, a través de una organización de defensa de los derechos humanos. Hoy, en plena inseguridad, el ciudadano común se queja de que a los delincuentes se les respetan los derechos humanos, mientras que éstos no respetan los derechos básicos de ningún ciudadano, que puede perder la vida por un celular, una bicicleta, o un par de zapatillas. Y es necesario que hagamos algunas aclaraciones. Los delincuentes comunes deben ser juzgados y castigados por el Derecho Penal, correctamente aplicado, por una justicia que funcione, con cárceles apropiadas para su reeducación. Cuando, en cambio, es el Estado a través del gobierno el que avasalla los derechos de los ciudadanos, es cuando se hace necesario la existencia de organismos de defensa de los derechos humanos. Dicho de otra forma: El único que puede lesionar los derechos humanos es el gobierno que administra el Estado. ¿ Se entiende la gravedad de esta afirmación? La siguiente pregunta es de manual: Si el único que puede lesionar los derechos humanos es el gobierno de turno, ¿ Puede un organismo de Derechos Humanos ser oficialista? Esta es una contradicción que sabíamos que iba a tener un costo. Cuando el gobierno se viera envuelto en algún escándalo de violación de derechos humanos, las organizaciones coptadas no iban a poder opinar. Lo vimos con el asesinato de habitantes originarios en el Chaco, la protesta de ciudadanos bolivianos en Plaza de Mayo, por el gatillo fácil aplicado por la policía a uno de los suyos, el acampe de la etnia Qom en Buenos Aires, o la marcha de los docentes santacruceños. En todos estos casos los organismos filooficialistas hicieron un ruidoso silencio, cuando no se enfrentaron ferozmente con quienes reclamaban. Sólo las Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora, y alejadas del oficialismo, mostraron la misma actitud que fue su ejemplo durante los años de plomo. Que la cercanía al gobierno haya terminado por brindarles cargos públicos para sus amigos y familiares, o les haya abierto la puerta para llevar adelante negocios salpicados por la corrupción, son solo consecuencia de haber perdido el rumbo para el que se habían constituido originalmente. Lo que realmente duele, es que desde algunos sectores no se acepte que la historia es de todos, y que se apropien sin ninguna vergüenza de cosas de todos para justificar acciones del todo injustificables. Usar las cuestiones de Estado como propaganda partidaria, lo único que consigue es subalternizar esas cuestiones y hacer que de a poco, la sociedad vaya perdiendo el respeto de personas e instituciones que debieran estar por encima de las luchas electorales. Nada es gratuito.Sigo creyendo en la utopía de que los gobernantes tiene que trabajar pensando en los libros de historia del próximo siglo y no en los titulares del diario de mañana. ¿ Será mucho?

lunes, 6 de junio de 2011

Resumen electoral de Totoras

Pasadas las elecciones internas, y aquietadas las turbulentas aguas de la campaña, es un buen momento para hacer un análisis de lo ocurrido. Trataré de reflejar mi visión sobre lo ocurrido el pasado domingo 22 de mayo. La primera conclusión es que una vez más Marcolini ha demostrado ser el gran elector. Mas allá de la boleta única que podía afectar severamente el arrastre de los votos, vemos que mayoritariamente los votantes trasladaron el voto del actual Intendente a quien fuera su candidato. La segunda conclusión es que su capacidad como elector se agota cuando cruza el arco de acceso a Totoras. Y esto es lógico ya que en 28 años, nunca le interesó ocupar espacios departamentales o provinciales. La aventura de salir a disputar una senaduría sin ningún trabajo previo fue una actitud políticamente suicida. Rasetto gana en la interna a pesar de haberse retirado prácticamente de la política en los últimos 4 años. Aún dando esa ventaja se impuso sin atenuantes. Hay dos lecturas posibles sobre el resultado. Para quienes necesitan culpar a los demás de sus propios errores, el análisis dice que si Rasetto no hubiera sacado 700 votos en Totoras, hubiera perdido, y entonces podrán endilgarle esta responsabilidad a estos votantes, tal cual lo intentó miserablemente un candidato en la noche del recuento. El mismo que ahora imagina acuerdos descabellados en Cañada de Gómez. El mismo que en otras oportunidades siempre apoyó candidatos de otros distritos frente a los candidatos locales de su propio partido. La realidad es que salvo en Totoras, y un empate técnico en Serodino, en todas las demás localidades del Departamento se impuso Hugo Rasetto. En algunas por escándalo, como para dar vuelta la diferencia que se había reflejado en Totoras. 2500 votos. En todo caso, la responsabilidad está en los referentes locales que usaron para apuntalar al candidato. Quien los eligió tendrá que hacerse responsable. En el justicialismo, la debacle fue total. Ninguno de los candidatos llegó a satisfacer las expectativas de mínima. La caída de votos fue increíble. Y aquí cabe otro análisis. El resultado del 2009 ya demostraba las dificultades que conllevaba sostener a los dirigentes existentes para pelear la intendencia, a pesar de lo cual no se produjo ningún recambio y el resultado no tenía por que cambiar. “ Si siempre hacemos lo que siempre hicimos, siempre obtendremos lo que siempre obtuvimos”, tal el sentido de la frase de Albert Einstein que podría aplicarse a la política. El kirchnerismo por su parte planteó un discurso ideológico para conversos y simpatizantes, pero que no tenía llegada a la ciudadanía. Y de hecho no la tuvo. El divorcio entre el discurso y los hechos es claramente percibido por la ciudadanía, además de considerar también a los hombres detrás del discurso. La cantidad de votos resulta así reveladora. Pero además se demuestra una vez mas que las alianzas no suman matemáticamente. El humanismo solo, sacaba en Totoras 260 votos. Aliado con el kirchnerismo sacaron 350. ¿ Valía la pena perder la identidad por 100 votos? El adversario a derrotar por el peronismo al empezar la campaña ( y antes) era Luis Palazzolo. Los simpatizantes justicialistas en privado expresaban su temor a que Palazzolo fuera el candidato, mientras que no tenían miedo de los otros postulantes. ¿ Habrán jugado parte de sus votos en la interna del frente para asegurar la derrota del candidato que temían? Si fue así, en el pecado está la penitencia, porque concentraron los votos de tal manera que ahora les resultará muy dificil revertir el resultado. En el Frente, la diferencia a favor de Carnevali, inhibe cualquier otra consideración. La diferencia es abrumadora. La elección de Palazzolo en otro contexto sería aceptable. Venía de no estar actuando en política desde hacía varios años, y de haber soportado el desgaste del enfrentamiento del bloque radical en contra de algunos opositores, en cumplimiento de una estrategia diseñada desde el partido y desde el Ejecutivo local, circunstancia que daño severamente su imagen. Resulta curioso que haya jugado su capital político para defender a un dirigente que después salió a tratarlo de traidor. Esta actitud no hace más que demostrar lo que pasa con algunos dirigentes que confunden lealtad con obsecuencia. Algunos nunca entienden que los leales ayudan y los obsecuentes perjudican, y terminan premiando a los obsecuentes y castigando a los leales. Como sea, con la notoria oposición del gran elector, superó a la sumatoria de los dos candidatos justicialistas y también al restante candidato. 1000 votos es un caudal interesante para empezar a construir una alternativa para dentro de cuatro años, pero seguramente deberá trabajar por fuera del radicalismo, ya que quienes conducen el partido seguramente no darán un paso al costado, a pesar de la clara derrota sufrida. Además una propuesta abarcadora solo puede hacerse desde un espacio más amplio que el que puede ofrecer un partido, eso sí, con el derecho de admisión donde solo puedan participar los que estén dispuestos a construir sin ambiciones desmedidas, sin la necesidad de ser siempre candidatos. Por último, es destacable el resultado de la lista puramente socialista, ya que no llevaba candidato a Intendente y no tenía recursos ni municipales, ni provinciales, ni propios para afrontar una campaña importante. Siempre pensé que Bonati era una persona interesante para estar en el Concejo. Sería bueno que no cejara en su empeño. Evidentemente, el resultado refleja que la ciudadanía de Totoras está muy conforme con el actual estado de cosas, mas allá de las quejas por la falta de viviendas, de trabajo, o de futuro para los jóvenes. Parece que la mayoría de los totorenses tienen resueltos esos problemas y no les importa lo que pase con los demás. Es de imaginar que nadie saldrá a quejarse si las cosas siguen como están ahora. Estos son los momentos donde uno recuerda que esta es una comunidad piamontesa, con las características propias de esta etnia. El cambio siempre nos asusta. Pero esta vez, se engañan. Carnevali no es Marcolini, a pesar del discurso. Y es lógico que así sea, sin que esto signifique un juicio de valor. Simplemente cada persona es única e irrepetible. Un resultado mas ajustado entre los candidatos del Frente hubiera obligado a acordar algunas políticas y seguramente esto hubiera beneficiado a la futura administración. La diferencia le permite al ganador obviar cualquier acuerdo preelectoral. Es gracioso. El calor de la campaña lleva a decir cosas fuera del libreto. Me imagino que a la lista de concejales marcolinistas se les habrá recomendado como siempre, que lo único que podían decir es que iban a apoyar la gestión del Ejecutivo. A Marcolini le debe todavía durar la acidez de cuando escuchó al primer candidato a Concejal de su lista decir que se iban a hacer viviendas “ y si había que gastar la plata de la Municipalidad se iba a gastar”. No pude menos que imaginarme la reacción del Intendente frente a esa declaración que contradice el que fue su criterio político en todos estos años. Sería bueno que la gente recordara el discurso de la lista ganadora cuando competían con el temor de ser superados, y el que tendrán ahora que el camino a la Intendencia parece ser miel sobre hojuelas. Lo preocupante, de cualquier manera, es otra cosa. Desde hace unos años, el Intendente se encuentra entornado por gente que simpatiza con el proyecto de Massei y por el propio Massei, lo que provocó el alejamiento de casi todos quienes siempre estuvimos a su lado. Lo que interesa es la actitud que asumirá su sucesor. En plena campaña un video exhibido por este dirigente “opositor” resultó revelador y preocupante. Mostró el reclamo de las familias a desalojar del ferrocarril, efectuado en Acción Social. Allí pudo verse al candidato a Intendente del oficialismo, arrinconado, sin respuestas y asustado, y al propio Massei saliendo en su defensa, con su proverbial carácter. La decisión de emitir este video: ¿ Fue un mensaje a la ciudadanía? ¿ Esa será la actitud del futuro Intendente cuando la situación se complique? ¿ Massei se convertirá en el poder detrás del poder como fue cuando Pascual Carrara era Presidente Comunal? “ Cosas vedere Sancho, que non crederes”